La piel es uno de los mejores regalos que nos ha dado la naturaleza: una prenda mágica, suave, impermeable, resistente y autorreparadora. No solo cubre los órganos internos y embellece; hace mucho más que eso. Con una capa de grasa subyacente, regula la temperatura corporal y protege los delicados órganos internos. También impide que partículas extrañas como gérmenes, bacterias y polvo entren en nuestro cuerpo.
Además, la piel produce aceites y cera que actúan como humectantes naturales. El sudor, producido por las glándulas sudoríparas de la piel, ayuda a mantener la temperatura corporal mediante la evaporación. Además, también expulsa los desechos del cuerpo.
Quizás te sorprenda saber que la vitamina D es esencial para digerir la leche. La piel la produce a través de la luz solar. Algunos datos interesantes sobre nuestra PIEL, aunque poco conocidos, son los siguientes:
- La piel humana se reemplaza unas 1000 veces a lo largo de la vida.
- La piel de la palma no tiene melanina ni pelo (la melanina es una sustancia que da color a la piel y al cabello).
- La piel se hincha cuando absorbe agua, por lo tanto, es mejor aplicar crema humectante después de salir del agua para retener toda esa humedad.
- El setenta por ciento del polvo que hay en nuestro hogar está formado por piel humana mudada.
- A lo largo de su vida, una persona promedio pierde suficientes células de piel como para llenar un piso de dos pisos. casa.
- Nuestra piel elimina entre 30.000 y 40.000 células muertas por minuto. Por lo tanto, es fundamental exfoliarla para mantenerla radiante. Por ello, es fundamental una buena limpieza, un buen peeling y un buen exfoliante corporal. Hay algunos elementos esenciales en el ritual de cuidado de la piel.